ELLAS, MÁS QUE BELLEZA
A pesar del ruido que en estos momentos ocasiona el hecho de
que el feminismo (movimiento que emula al machismo) salga a la luz, más como una reacción al mandato sempiterno del
macho, y no como un elemento social e históricamente restaurativo, se debe
decir que, a lo largo de la historia, las mujeres han descollado en los campos
más complejos del conocimiento universal, tanto o más que sus pares varones.
Hiparquia y Areta de
Cirene por nombrar solo dos filósofas de talla universal; Sofonisba Anguissola
y Artemisia Gentileschi, las dos más grandes mujeres pintoras de la historia,
rivales en calidad y técnica a Rafael, Tiziano o Leonardo; Marie Curie, la gran
física, descubridora del radio y el Polonio; Hedy Lamarr, quien aparte de ser
una de las más famosas divas de Hollywood, aportó su gran talento matemático en
los desarrollos del wifi, Bluetooth, y el código enigma; o Amelia Earhart, la
valiente y grandiosa aviadora, quién forjó con sus proezas alrededor del mundo,
el sueño de volar.
Y entre estas gigantescas mujeres, dignas de adoración y
máximo respeto, se encuentra Hypatía.
Esta genio de todos los tiempos, fue, sin duda, el arquetipo
de belleza, genio, ingenio, ciencia, pasión y amor por el saber, hasta el
límite de perecer por ello. Su vida por la ciencia, una vida segada por la
ignorancia de quienes pretenden servir a Dios, pero acaban sirviendo los intereses de los malvados.
Fue la más entusiasta impulsora del neoplatonismo, en la Alejandría del siglo V, casi al tiempo que
Teófilo, un “santo cristiano” arrasara con la biblioteca de Alejandría, cuna y
semillero de la cultura clásica.
Matemática, filósofa y autora de enorme valor, esta gran
mujer desarrolló su propio astrolabio, el densímetro y otros artefactos
importantes para el estudio de las propiedades de la materia.
De ella aprendimos acerca de las soluciones de las
ecuaciones algebraicas y de la teoría de
los números, iniciadas por Diofanto; y
sus estudios sobre las ecuaciones cónicas de Apolonio, base de la geometría
actual.
Fue asesinada por orden de “San Cirilo” personaje oscuro
que, no obstante haber incitado este horrendo crimen; no contra ella, sino
contra la humanidad, aún se encuentra en un nicho de los santos cristianos.
Gracias a ellas, a sus descubrimientos, a su genio y a sus
grandes ejemplos, podemos decir sin pena: que vivan las mujeres
Morrón, L. (2021). Mujeres con ciencia. https://mujeresconciencia.com/2015/11/30/hedy-lamarr-la-inventora/
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